sábado, 2 de diciembre de 2006

Fichas de dominó

"Si Grecia cayese bajo el control de una minoría armada, el efecto sobre su vecino, Turquía, sería inmediato, y muy serio. La confusión y el desorden se extenderían por todo Oriente Medio. El que Grecia dejase de ser un pais libre tendría un efecto profundo sobre los paises europeos... La destrucción de las instituciones y la pérdida de la libertad sería catastrófico, no solo para Europa, sino tambien para el resto del mundo". Con estas palabras el Presidente de EEUU, Harry Truman, ponía las bases de una teoría política conocida como el "efecto Dominó".

Lo hacía el 12 de Marzo de 1947 ante el Congreso y con motivo de la guerra civil griega. A grandes rasgos, el Presidente pensaba que la caída de un Estado en manos de los comunistas tendría como efecto la caída de todos los países de alrededor, creándose una cadena que acabaría destruyendo el bloque capitalista y entregando la victoria a la Rusia Soviética. Truman insistía en que no podía perderse una sola pieza del bloque, pues su caída arrastraría a todas las demás. Por eso solicitó, y consiguió, un aumento de los fondos destinados a ayudar al gobierno monárquico de Grecia.

El resultado es que Grecia se mantuvo en el bloque capitalista, y se creó una tendencia que marcará toda la Guerra Fría: tanto URSS como EEUU evitarán todo movimiento sospechoso dentro de su bloque actuando militarmente si la ocasión lo requiere. Así, se producirán el Plan Marshall, o la creación de la OTAN, en Europa; la "Guerra Sucia" (apoyo subrepticio de EEUU a gobiernos autocráticos como el de Pinochet o Videla), o el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), en América Latina; la Conferencia de Ginebra, que desemboca en la Guerra de Vietnam, o la creación de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), en Asia; y el apoyo por parte de ambos bandos de regímenes de partido único tras la descolonización en Africa.

La teoría del Dominó marcó las relaciones durante toda la guerra fría, y aún hoy se utiliza como pretexto en operaciones de política internacional. Así, uno de los argumentos esgrimidos para intervenir en Iraq, fue, precisamente, la conveniencia de tener un regimen democrático en el corazón del mundo árabe, para provocar la caída de los regímenes islamistas adyacentes.

Tal vez hoy se esté viviendo en América Latina una nueva reedición de esta teoría. Los países de America del Sur y Central están cambiando, en bloque, sus preferencias electorales. Así, Hugo Chavez en Venezuela, abrió una veda, siguiendo a la Cuba de Fidel, por la que están transitando cada vez mas países: la Argentina de Kirchner; la Bolivia de Evo; en Uruguay, el Frente Amplio; en Brasil, Lula; en Chile, Michele Bachelet; en Nicaragua, el sandinista Daniel Ortega; y, desde hace unas semanas, en Ecuador Alfonso Correa. Mención aparte merece el caso de México, donde la victoria de Calderón no es aceptada por la izquierda de Lopez- Obrador. Pero vayamos poco a poco.

La revolución de Fidel creó una situación en Cuba de la que, todo apunta, muy pronto se va a salir. El gobierno procomunista de Castro colocó en una difícil situación al pueblo cubano. Los embargos de EEUU y la ausencia de planes serios de reconstrucción económica han sumido a la isla del Caribe en un auténtico caos que acabará estallando, y puede que antes de lo previsto. Una revolución contra la revolución parece ser la salida que le espera a Cuba, si, como parece, Fidel no vuelve a lanzar ninguno de sus interminables discursos. La tantas veces añorada transición parece abrirse hueco entre las opciones de la isla, eso si, con la connivencia del Tío Sam. Pues si algo ha aprendido EEUU de estos cuarenta años de Castrismo, es a no volver a cometer los mismos errores. Esta vez no puede arriesgarse a un nuevo Che Guevara, salvo que lleve impresas las barras y las estrellas. Muy pronto los cubanos serán libres, esto es, podrán consumir, siempre que puedan pagárselo, Coca-Cola y hamburguesas. El "American way of Life" llegará muy pronto a la isla mas grande del caribe, siempre que Fidel lo permita.

La Venezuela de Hugo Chavez sigue los mismos rumbos que Cuba, con la pequeña excepción de que han pasado cuarenta años de la primera. Chavez llegó al poder hace ocho años, tras intentar dar un golpe de Estado, y durante este tiempo ha transformado completamente las formas de hacer política. Líder mediático, desde el inicio de "Alló, Presidente" hasta la creación de la cadena "Tele Chavez", que aspira a ser la CNN latinoamericana, se ha convertido en uno de los personajes más conocidos de toda la política internacional. Famosas se hicieron sus andanadas contra Vicente Fox o contra Bush. Ha conseguido, por la fuerza de sus mayorías, cambiar la Constitución, para poder presentarse a una reelección que ya ha conseguido. Ha modificado fuertemente el panorama mediático de Venezuela, consiguiendo que ningún partido de la oposición tenga la mas mínima posibilidad de alcanzar el gobierno.

La era de Chavez amenaza con la consecución de un régimen de partido único, con la peculiaridad de que en lugar de utilizar las armas para mantenerse en el poder, se utilizan las palabras, repetidas insistentemente, no solo desde las tribunas mediáticas, sino también desde los labios del nuevo muñeco que hace furor en las tiendas de Venezuela: el chavesito. La consigna repetida insistentemente por todos los rincones, y la ausencia de oposición para un Presidente sin posibilidad de limitación parlamentaria que va a estar, como mínimo, doce años en el poder. Y, lo que es peor, sin la existencia de nadie que pueda hacerle sombra.

Kirchner llegó a Argentina como Presidente después del escándalo del corralito. Los ciudadanos comprobaron como sus rentas se reducían drásticamente a la mitad, mientras sus presidentes se iban relevando en el cargo a velocidad de vértigo. Las caceroladas parecían ser síntoma de una situacion de astío que acabase con toda la clase política, pero, en las elecciones los argentinos volvieron a votar por un candidato peronista. Y es que la sombra de Juan Domingo, y, sobre todo, de Eva Perón, es muy alargada. El peronismo va mucho más allá de una opción política: es una religión que profesan cincuenta millones de argentinos. se puede ser del Boca o del River, pero si se es argentino, se será peronista y dieguista. No hay forma de escapar de un bucle en el que han participado todos los miembros de la sociedad argentina, y que ha conseguido que el país más rico del cono sur no consiga demostrarlo.

Evo Morales llegó a la presidencia boliviana con un jersey y una promesa: nacionalizar los hidrocarburos. Repsol ya ha comprobado a que se refería el líder cocalero, aunque, tampoco parecía tan dificil, ha conseguido llegar a un acuerdo que le permita seguir operando en Bolivia. La llegada de Evo, como primer Presidente electo en primera vuelta, con el 54 % de los votos, supone un cambio considerable en la política del país. Tal vez así se ponga fin a una historia convulsa en la que se han sucedido mas de cien gobiernos en los últimos doscientos años. Evo llegó de la mano del partido MAS (Movimiento Al Socialismo), y apoyado por una situación social que obligó a dimitir al anterior presidente, Carlos de Mesa, y a convocar elecciones.

Como apunte, señalar que, por primera vez en la historia del país, los bolivianos pudieron seguir la campaña electoral. De eso se encargó el principal diario, La Razón, que se dedicó a repartir ejemplares gratuitos por todo el territorio. Es, sin duda, una inversión que el grupo editor del periódico, el español Grupo PRISA, ya ha intentado rentabilizar. Sólo falta comprobar si lo consigue. El caso es que Evo es el primer presidente de origen indígena, en un Estado en que la mayoría de la población lo es. Probablemente su pueblo espere que el poder no le cambie. Eso habrá que preguntárselo a Repsol.

Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría es el nombre que tiene la coalición que, desde hace dos años gobierna Uruguay. Es una agrupación de partidos de izquierda y nuevos movimientos sociales que consiguió la victoria en primera vuelta. Su Presidente, Tavaré Vázquez, se inscribe en los movimientos de la nueva izquierda chavista, pero bastante tiene con mantener el orden dentro de su gobierno. Una victoria por el 50, 6% de los votos ha exigido un constante encaje de bolillos en el gobierno que mantuviese contentos a todos los miembros. La disolución en 2005 de la coalición, y la entrada de todos los partidos en el Frente Amplio, ha calmado un poco la situación, o no, porque el Frente Amplio lo componen 26 partidos, que realizan elecciones internas, y que representan intereses tan dispares como el comunismo, la nueva izquierda, el ecologismo, movimientos ciudadanos, o la democracia cristiana.

Aun así, parece que han quedado atrás los momentos de revueltas sociales (los tupamaros) o de golpes de Estado (el presidente Bordaberry dió un autogolpe ante el miedo a una revuelta comunista en 1973. Tras el fin de la dictadura se aprobó una ley por la que se perdonaba a todos aquellos involucrados en el golpe y en el regimen autoritario posterior. La ley fue aprobada en referéndum), y Uruguay tal vez pueda volver a ser la "Suiza de América", como se la conoció en el XIX. En esa dirección van los acuerdos alcanzados por el gobierno, como la instalación de dos fábricas de celulosa en el Río Negro, o la entrada del país en el Mercosur, curiosamente, dos iniciativas que no tienen demasiado que ver con las políticas de izquierda.

Lula llegó a la Presidencia de Brasil en 2002, con las promesas de "pan para todos", y una política de izquierdas. Sin embargo, la situación política y, sobre todo, económica del país no ha notado el cambio. Lula ha continuado con la política de contención de la inflación, lo que ha hecho crecer el PIB y bajar el desempleo, y ha mantenido buenas relaciones con el Fondo Monetario Internacional. Un gran escándalo político estuvo a punto de costarle la reelección hace unos meses, pero la oportuna caída de un avión lleno de pasajeros, logró desviar la atención, lo que le permitió pasar a una segunda vuelta en la que barrió a su adversario.

En líneas generales, el gobierno de Lula ha hecho más bien poco de aquello que prometió, lo que genera constantes protestas entre una población que se siente engañada. Sólo conociendo las estructuras mafiosas que controlan las elecciones en Brasil puede entenderse la nueva victoria de Lula. No obstante, es admirado por la izquierda internacional, a pesar de no cambiar demasiado la política de su predecesor, Henrique Cardoso.

En Chile gobierna, desde hace unos meses, Michelle Bachelet, con una política de izquierdas, pero no radical. Bachelet alcanzó el poder tras una campaña llena de rumores sobre su posible participación en actos terroristas, y por un 53 % de los votos en segunda vuelta. El gobierno de Bachelet se ha caracterizado por la cercanía a los demás países de Latinoamérica, y por el silencio mostrado ante los intentos de la comunidad internacional de procesar a Pinochet.

Daniel Ortega llegó a la Presidencia de Nicaragua representando al Frente Sandinista de Liberación Nacional, despues de ganar unas elecciones en que moderó el lenguaje tradicional de los sandinistas. En el mes escaso que lleva en el gobierno no ha demostrado en que líneas se moverá su política, aunque ya ha tenido que responder por los actos terroristas de su partido en los últimos años.

Desde hace pocos días, el Presidente de Ecuador es Alfonso Correa. Se intenta así poner un poco de orden en un país en que los Presidentes nunca agotan el mandato. Correa llegó, contra pronóstico al poder en unas elecciones en que tuvo una enorme importancia el voto inmigrante.

Y por último, la situación en Mexico. Las elecciones celebradas hace unas semanas dieron la victoria a Calderón, pero el candidato de la izquierda, Lopez- Obrador no parece aceptar la derrota, y está dispuesto a seguir dando guerra. A pesar de que todos los organismos internacionales han validado la victoria de Calderón, Obrador sigue insistiendo en el fraude electoral, lo que encajaría en los datos que daban las encuestas preelectorales. La situación en el país está al borde del abismo, y ya se han producido enfrentamientos físicos entre los diputados de ambos partidos. Si Obrador no recapacita la solución no parece fácil, pues la izquierda está, en pleno, en las calles. Parece estar viviéndose en Mexico los preludios de una situación que solo se podría solventar mediante la actuación armada ( como ha sucedido en Oaxaca), o mediante una guerra civil. Parece que casi cien años de hegemonía del PRI han creado una serie de vicios políticos que no son fáciles de eliminar.

Así las cosas, todo apunta a que en los últimos meses la teoría del Dominó se ha validado con creces en Latinoamérica. En la mayoría de los casos, por un retorno a campañas populistas por parte de los principales partidos. Decía un importante politólogo que la única forma de que Latinoamérica abandone el populismo es dejando de buscar el bien común. Si los votantes pensasen en su bienestar particular, no estarían abocados a repetir una y otra vez el mismo modelo.

Pero... ¿que sucedería si una pieza cayese del otro lado? ¿Podría cambiar la tendencia si Cuba abandona el comunismo?. Según la teoría acuñada por Truman, tras la isla del Caribe, irían cayendo todos los demás países. O tal vez, la primera ficha ya ha caído y es, precisamente, los Estados Unidos de México. En cualquier caso, la situación de una Latinoamérica de "derechas" favorecería el intercambio comercial con Estados Unidos, la fortaleza del MERCOSUR, y la revitalización del Tratado de Libre Comercio. En esa situación, sólo algunos países seguirían resistiendo a la "invasión yankee", creándose una situación bastante similar a la cubana.

Las fichas de dominó de América Latina provocan efectos constantes en otros países. El "patio trasero" anda revuelto, y se mueve en bloque. La razón, probablemente, la cercanía, tanto cultural como física de los Estados Iberoamericanos. Si en algún lugar deberían reducirse las fronteras en pos del bien común, ese es, sin duda, América del Sur, una nación de trescientos millones de habitantes, aunque, y probablemente a causa de sus gobernantes, no parecen darse cuenta de ello.

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